Mensajes

Mensajes al Pueblo de Dios

Palabras del Arzobispo de Puebla en la Presentación de 2 Libros en homenaje a Palafox

EscudoVictorPALABRAS DEL EXCMO. SR. VÍCTOR SÁNCHEZ ESPINOSA,
ARZOBISPO DE PUEBLA
EN LA PRESENTACIÓN DE DOS LIBROS COMO
HOMENAJE AL VENERABLE JUAN DE PALAFOX


Catedral de Puebla, 26 de enero 2011

Excmo. Sr. Rosendo Huesca Pacheco,
Arzobispo emérito de Puebla y Presidente de la Comisión de Festejos por la beatificación del Venerable Obispo Juan de Palafox.

Mtro. Alejandro Montiel Bonilla,
Secretario de Cultura del Estado de Puebla.

Dr. Juan Pablo Salazar Andreu,
Investigador y coordinador de las obras que hoy se presentan.

Señores comentaristas.
Amigas y amigos todos.

Sean ustedes bienvenidos a esta magnífica Catedral, testigo silencioso del inolvidable paso por Puebla del Venerable Obispo Juan de Palafox y Mendoza, ejemplo de ciudadano, de gobernante, y de discípulo y misionero de Cristo.

Mensaje del Arzobispo de Puebla con ocasión del Nuevo Año 2011

arzobispoMENSAJE DE S. E. MONS. VÍCTOR SÁNCHEZ ESPINOSA,
ARZOBISPO DE PUEBLA,

CON OCASIÓN DEL NUEVO AÑO 2011


Amigas y amigos:


Dios, Señor de la historia y de nuestros destinos, nos ha concedido, en su inmensa misericordia, culminar un año y comenzar otro nuevo, que seguramente iniciamos con ilusiones, buenos propósitos, planes y proyectos, así como incertidumbres y temores.

Mensaje del Arzobispo de Puebla con ocasión de la Navidad 2010

arzobispoMENSAJE DE S. E. MONS. VÍCTOR SÁNCHEZ ESPINOSA,
ARZOBISPO DE PUEBLA,

CON OCASIÓN DE LA NAVIDAD 2010


Amigas y amigos:


En esta Navidad escucharemos de nuevo la gran noticia que el ángel dio a los pastores en Belén: “Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría; hoy les ha nacido un salvador”.

Esta es la mejor de las noticias, ya que en Jesús, nacido de la Virgen María, Dios, creador de todas las cosas, ha entrado en nuestra historia haciéndose uno de nosotros para liberarnos del pecado, darnos su Espíritu de amor, convocarnos en su Iglesia y hacernos hijos suyos, partícipes de su vida plena y  eternamente feliz.

Mensaje de bienvenida II Asamblea Diocesana

arzobispo

MENSAJE DE  S. E. MONS. VÍCTOR SÁNCHEZ ESPINOSA
ARZOBISPO DE PUEBLA

CON OCASIÓN DE LA BIENVENIDA A LA II ASAMBLEA DE PASTORAL

QUERIDOS SEÑORES ARZOBISPOS Y OBISPOS EMÉRITOS,
AMADOS SACERDOTES Y DIÁCONOS,
QUERIDOS HERMANAS
Y HERMANOS CONSAGRADOS Y SEMINARISTAS,
AMADOS HERMANAS Y HERMANOS LAICOS,
QUE REPRESENTAN
A LOS MIEMBROS DE LOS CONSEJOS PARROQUIALES,
LAS PASTORALES DIOCESANAS Y LOS GRUPOS Y MOVIMIENTOS LAICALES.

Reciban la más cordial bienvenida de su hermano y Arzobispo, a esta Segunda Asamblea Diocesana de Pastoral.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha rengendrado a una esperanza viva, a una herencia incorruptible” (1 Pe 3,5).

Mensaje de Mons. Víctor Sánchez Espinosa con motivo del bicentenario de la Independencia

curiaarzobispal

A TODOS LOS SACERDOTES  DIOCESANOS Y
RELIGIOSOS,  A   LA  VIDA   CONSAGRADA,  AL
APOSTOLADO DE LOS LAICOS, A TODOS LOS
FIELES  DE  LA  ARQUIDIÓCESIS  DE  PUEBLA.

 

Estimados hermanos y hermanas:

“Bendito eres Señor, Dios de nuestros padres” (Dn 3, 52), este versículo del libro de Daniel marca el inicio de un hermoso cántico. Inicia bendiciendo e invocando a Dios como el Dios de nuestros antepasados.

“En el contexto del libro de Daniel, el himno se presenta como acción de gracias elevada por los tres jóvenes israelitas –Ananías, Azarías y Misael- condenados a morir en un horno de fuego ardiente, por haberse negado a adorar a la estatua de oro de Nabucodonosor. En el fondo de este evento se halla aquella especial historia de la salvación en la que Dios elige a Israel para ser su pueblo y establecer con él una alianza. Precisamente a esa alianza quieren permanecer fieles los tres jóvenes israelitas…” (Catequesis de Juan Pablo II, Sobre los Salmos y Cánticos de la Liturgia de las Horas. Audiencia General de los miércoles 2 de mayo de 2001). Para nosotros hoy, estas palabras evocan nuestro pasado histórico, que el Dios de nuestros padres ha ido acompañando y guiando.